Reseña sobre La silenciosa desesperación del sueño. Por Raquel Molina
Un
ensimismamiento, un ojo acucioso mirando, reflexionando, analizando en el
trayecto del asfalto. Continúa siendo una interesante propuesta desde sus
espacios iniciados en El alcohol de los
estados intermedios, como espasmos hacia la febril profundización de la
soledad del hombre, el desamparo y el vértigo del tiempo presente. Es una
mirada pero al mismo tiempo una voz, que digo un grito al aislamiento, a la
indiferencia del tanto estar que se invisibiliza la fragilidad de la
existencia, la levedad del tiempo sostenido en el vértigo del último sueño.
Estos son poemas que bien pueden ser trabajados en filosofía.
Caracas,
abril, 2011
Raquel
Molina. Especialista de Proyectos en Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, Venezuela.
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